viernes, octubre 20, 2006

05/05/2000: Maná


Ayer fueron los MTV latinos y a Maná le dieron el premio "Leyenda". De esto me enteré hoy a la mañana y todavía estoy rascándome la cabeza, pensando si acaso la palabra "leyenda" no tendrá alguna otra acepción que desconozco, porque con la idea que se me hace a mí cuando pienso en una leyenda, Maná no encaja. En fin. No sé. Latinoamérica es muy grande.

Pero hablemos del recital, que me sirve como excusa para hacer una de las tantas clasificaciones que ocupan espacio en mi cerebro. Hay recitales a los que:

1) Voy cueste lo que cueste. Si tengo que ahorrar, si tengo que ir sola, si tengo que hacer cola para comprar la entrada, no importa, voy. En esta categoría entraría Aimee Mann, si algún día se dignara venir a la Argentina. O Djavan.

2) Voy si se dan varios -no necesariamente todos- de los siguientes factores: la banda más o menos me gusta, el grupo de gente que va conmigo me divierte, la entrada no es muy cara, no queda muy lejos, etc. No estoy dispuesta a hacer un esfuerzo sobrehumano por ir, aunque sí a pagar una entrada, porque el recital me cierra como programa.

3) Voy si, y sólo si: en principio la banda no me disgusta, el recital es gratis y queda muy cerca o alguien me lleva y me trae. Esto fue Los Fabulosos Cadillacs y Babasónicos (uno de los recitales más divertidos de mi vida).

4) No voy ni que me paguen. En esta categoría incluyo a recitales de gente cuya música no sólo no disfruto, sino que me hace mal. Tipo Enya. Sí, Enya me hace MAL. Me irrita.

Y una vez que ya fui al recital, los clasifico de esta forma:

A) Recitales que superan mis expectativas y me hacen empezar a valorar más la música de la banda. Esto me pasó después de ver a Babasónicos. No tenía ningún disco de ellos, pero después de verlos en vivo en una playa en Mar del Plata, fui corriendo a comprarme Babasonica y Trance Zomba.

B) Recitales que satisfacen mis expectativas y nada más. No afectan mi opinión del grupo, ni para bien ni para mal. Si era fanática, lo sigo siendo. Si no lo era, sigo sin serlo. A veces pongo tanta expectativa en un recital, que aunque sea espectacular, no va a ser una A y se va a quedar en una B. Esto no tiene nada de malo.

C) Recitales que no satisfacen mis expectativas, pero tampoco decepcionan. Esto fue Norah Jones. No me quita las ganas de seguir escuchando la música del grupo, ni de volver a verlos en vivo, aunque hay un descenso de categoría. Si eran recitales del tipo 1, pasan a ser del 2. Si eran del 2, pasan al 3.

D) Recitales que decepcionan y hacen que no quiera saber más nada del grupo. Si era un recital del tipo 1, 2 o 3, pasa al 4.

El recital de Maná del 5/5/00 fue un 2D. Es decir que, si volvieran a tocar en la Argentina, serían un 4. Esto, por definición, imposibilitaría que les adjudicara una letra después de ir. Así que de ahora en más, Maná, 4 a secas.

¡Leyenda mi abuela!

domingo, octubre 15, 2006

14/10/2006: Robbie Williams



Me van a perdonar, pero para mí es como un Luis Miguel del Primer Mundo (y aclaro que esto es bueno). Que las pantallotas, que las luces, que el fuego, que las poses estudiadísimas. Todo muy divertido. Lo que tiene Robbie que Luismi no, es que no tiene miedo de salirse de libreto y decir cosas como:

- (después de pedir que apagaran todas las luces del estadio) "You're in the dark with Robbie Williams! I'm holding you tightly... Now I'm feeling your ass".

- "You are the best! You're probably thinking I say this everywhere. And I do. But this time, I mean it! In fact, in Switzerland they were sh!t and in Chile... eh".


Y también dijo muchas cosas sueltas en español: bueno, amigos, agua sin gas por favor, agua con gas, tranquilos. Después se mandó algunas combinetas tipo: "buenas noches over there, over there and here" y "you're fuckin' loco!".

Sabía que le encanta el fútbol y evidentemente ama a Maradona. Además de dedicarle "Trippin'" ("This is for Maradona!"), lo nombró en varias otras oportunidades. En un momento cantó con otro tipo, Jonny Wilkes, y después de eso empezaron cada uno a tirar nombres de jugadores argentinos. Era una especie de competencia, a ver quién sabía más. Robbie ganó, pero tenía machete.

A diferencia de otros recitales en River, en este no hubo problemas de ningún tipo. La entrada y la salida fueron organizadas y tranquilas. Sonó bien, se vio bien. Todo bien.
¡Ah! Y cantó "Back for Good", de Take That. Eso fue una sorpresa.