viernes, noviembre 26, 2010

23/11/2010: Benjamin Biolay


Benjamin Biolay: 10. Samsung Studio: 0.

Es muy difícil disfrutar un recital, por más genio que sea el músico (y Biolay lo es) cuando el lugar es tan pero tan "#$"#%"%. Sí, si comprás la entrada para las mesas es un placer, estás sentado cerca del escenario, los mozos te preguntan qué querés tomar y es todo mariposas y unicornios. Pero yo no tuve la suerte de conseguir esas entradas. Me avivé tarde y pude comprar la general de pie a nada más ni nada menos que $ 150. Sabía que iba a estar al fondo, pero me imaginé que por $ 150 no iba a tener que soportar lo que soporté: había más gente de la que debería haber habido, no corría aire y el recital empezó 45 minutos tarde. Escuché entre la gente varios comentarios del estilo "no pensé que iba a ser así". Cuando empezó el recital -después de reclamos de parte del público que aplaudía impaciente- ya estábamos al borde del desmayo.

Samsung Studio, así no va. Sí, si hubiera comprado la entrada de $ 300 quizá no me estaría quejando, pero creo que en un buen lugar, hasta la peor ubicación debería ser mínimamente aceptable, salga $ 150 o $ 50 o lo que salga.

Benjamin Biolay, vos seguí así que vas bien. Piel de gallina.

22/11/2010: Olivia Ruiz


Olivia, ¿qué pasó?

Terminó el recital y nos quedó una sensación difícil de explicar, como que había pasado algo raro. Ya para empezar era algo fuera de lo común, aunque festejable, que Olivia Ruiz tocara en Buenos Aires. En Francia será conocidísima, pero acá su única fan soy yo.

Empezó el recital diciendo "estamos muy cansados, pero muy felices de estar aquí". ¿Por qué tan cansados? ¿Por qué decirlo? Aguante la sinceridad y todo eso, pero admitamos que es raro. Siguió y todo parecía ir bien. Su talento es indiscutible, se mueve muy bien en el escenario, su voz es tan loca como en los discos... Y de repente, ¡se terminó! O mejor dicho, siguió, pero repitiendo canciones. Sí, lo que leyeron. Habrá tocado una hora, no más. Muchas de sus canciones las cantó en español, aunque su versión original sea en francés. Las traducciones son forzadas, porque las hace literalmente y a veces suena torpe y otras veces ni le entran las palabras en el compás. Y después de cantarlas en español, repitió algunas canciones pero en francés. Pareciera que hasta no estar ahí no se dio cuenta de que lo que había programado iba a dar para menos tiempo del aceptable. Trató de compensar como pudo y todos apreciamos la intención, pero nos quedamos con gusto a poco. ¿Qué pasó? ¿Por qué venirse desde Francia hasta acá con toda la banda para tocar un ratito y de forma tan improvisada?

Lo mejor del recital: Benjamin Biolay, tranquilito con su trago, apoyado contra la barra, camuflado entre la gente, sin que nadie lo reconozca.

11/11/2010: Paul McCartney


Sí, lo fui a ver a Paul McCartney. Ahora solo esperar a tener nietos y que me pregunten cómo estuvo.

25/11/2010: Ana Prada

Hace mucho que no escribo (años), pero volví tan contenta del recital de Ana Prada hoy que me dieron ganas de retomar.

Ana Prada... ¿por qué no es más conocida en este país?



Como ven, tocó en la Trastienda. Mi entrada era para la mesa 10. El piso entero era con mesas, a diferencia de otros recitales a los que fui también en la Trastienda (por ejemplo, Olivia Ruiz), y la mesa 10 estaba en la segunda fila, así que nuestra visión era prácticamente inmejorable, aunque me imagino que desde cualquier otra ubicación se veía bien porque el lugar es chico. De ahora en más solo quiero ir a recitles en la Trastienda. Hay un estacionamiento en la misma cuadra, no hay que hacer cola, un placer.

Confieso que hace dos meses no había escuchado ni una canción de Ana Prada en mi vida. Fui porque le gusta a una amiga. Para los que no la conocen, es uruguaya, tiene pelo rubio ruludo divertido y supuestamente es prima de Jorge Drexler, o algo así. En la Argentina no hay nadie como ella. Su voz tiene un color muy lindo. No deslumbra, pero se la puede escuchar por horas que no cansa, y sus canciones son simples.

Desde el primer minuto hasta el último, Ana tiene una sonrisa gigante y se nota que en el escenario no se cambia por nadie. Su banda lo mismo. Buena onda de la contagiosa. Improvisación, humor, un invitado inesperado -el también uruguayo Fernando Cabrera-, diferentes estilos, el público agradecido.

Tocó, entre otras: Soy pecadora, Hojas de un tilo, Tentempié, Tu vestido, Cada mancha de tu cuero. Hubo un poquito de tango, de zamba y hasta de folk en "inglés de Paysandú" ("I go to the bar and I drink all the beer" o algo por el estilo). Con Tierra adentro explotó todo (el link es a un video de un recital anterior, no de este).