martes, enero 02, 2007

10/11/2005: Luis Miguel


Para mí que Luis Miguel es un robot. O un alienígena. O algo. Pero humano no.

Como diría el Chapulín Colorado, "lo sospeché desde un principio", pero recién lo confirmé el 10 de noviembre de 2005, cuando me acerqué hasta el Estadio de Vélez para ver a Luis Miguel en concierto.
Dios mío, nunca algo tan cronometrado, estudiado y ensayado. Cada movimiento, cada sonrisita, cada manito aquí y allá. Las fans de Luismi se derretían y se entregaban a la irracionalidad del griterio y las tiradas de pelo (propio y ajeno). Mis amigas y yo alternábamos entre eso -porque al fin y al cabo, ES divertido- y las carcajadas incrédulas.

Es que fans no éramos ni somos: conseguimos entradas gratis a través de una promoción del Banco Río. Con esto no estoy queriendo decir "si no me daban las entradas gratis no iba", porque la verdad es que podría haber canjeado los puntos del Banco Río por un despertador o una lima para uñas, que siempre vienen bien. Sin embargo, elegí a Luismi.

Dividiría las canciones de su repertorio en tres:

1) Las canciones pegadizas de sus primeras épocas, en las que era tan grasa que nadie admitía que le gustaba. Ejemplo: "Ahora te puedes marchar". Con el paso del tiempo, todos nos dimos cuenta de que en realidad eran unos verdaderos clásicos de la música contemporánea y ahora los bailamos con una mezcla rara de diversión y nostalgia.

2) Los boleros, con los que conquistó al público de mujeres "mayores". Ejemplo: "No sé tú". No son tan buenos como sus versiones originales, pero tienen lo suyo.

3) Las canciones DIVAGUE, que te liman el cerebro y te dan ganas de tirarte desde un décimo piso, si no fuera que estás en el campo de un recital y si te tirás al piso no te hacés ni una cascarita. Ejemplo: las canciones de "México en la piel".

El recital ideal de Luis Miguel sería una seguidilla de canciones de la primera categoría, tipo "No culpes a la noche", mechando de vez en cuando con algún bolero romanticón como para descansar y tomar aire, tipo "La media vuelta". En algún momento amagaría con cantar alguna canción de "Méxco en la piel" y justo antes de que todos nos claváramos las Gillettes para cortarnos las venas, diría "¡era un chiste!" y seguiría con "La chica del bikini azul".

La realidad no fue tan así... Hubo poco de los hits que se te pegan y bastante de los no-hits que te dan ganas de pegarle a alguien. Igual estuvo muy divertido. Fue ideal para saltar y gritar y descargar y ver luces y todo eso. Luismi ES UN ROBOT y no se equivoca - eso es un espectáculo en sí mismo. Con sus bailecitos, su voz impecable y por qué no, con sus cambios de vestuario, compensa por todo lo demás.

1 comentario:

bin dijo...

que tal fuiste a ver a luismi, jajajajaja, yo ubiera canjeado los puntos por la lima de uñas que bueba ir a aver a ese tipo, escucharlo ewwww!!! es tormentoso, en el trabajo un tipo lo pone todo el tiempo que porquería, y si es un robot de la mercadotecnia pero bueno, es el rey, jajajajajja, tssss, por cierto esta chicles tu blog.